Javier Cámara

Perdiendo el miedo a la línea, dibujos en lienzos, donde los colores casi inexistentes solo hacen en forma de transparencias, soporte de un mundo de emoción y fuerza.

Una convivencia entre su obra es clave de lo versátil.

Técnica

Tanto en la abstracción como en lo figurativo una paleta de colores en los que la melancolía habla por sí misma, conquista al público

Figuración

El desgarro y la fuerza en la máxima expresión. El hombre de nuevo como una amenaza frente al orden, surge en su belleza gritando sin complejos todo el universo de emociones que contiene dentro de ese caos que representa existir.

Abstracción

Las creaciones toman un carácter geométrico donde conviven la línea, la composición y el color, en un tono más silencioso, perdiendo así el mayor protagonismo para ceder espacio de nuevo a la línea.

Una representación casi mística que surge del inconsciente del artista y que nos llama a reflexionar sobre la vulnerabilidad del hombre y su soledad. En esa ruptura con la academia, Javier se personaliza como un dibujante de cuadros donde la pintura pierde su importancia y la línea le da esa cualidad que diferencia sus primeras obras figurativas expuestas al público.

Nacido en Bilbao, aunque de propósitos cosmopolitas. Sofisticado esteta amante de los maestros renacentistas, manieristas, barrocos, simbolistas o el inclasificable José Maria Sert.

Aprende de su trabajo y su insistencia por llegar a superarse en un mundo que siempre le resulta hostil.

Bilbao, Nueva York, Chicago, Madrid, Gijón, Barcelona, Manchester o Zurich son algunas de las ciudades que han acogido la obra de Javier Cámara en exposiciones personales o colectivas.